En el caso de personas diabéticas se desaconsejan intensidades altas del ejercicio, ya que el riesgo de desequilibrios en los niveles de glucemia es muy elevado. De ahí la importancia de entender la relación que se da entre gasto calórico y factores como la intensidad y duración del ejercicio. El ejercicio de intensidad leve o moderada la energía es aportada fundamentalmente por ácidos grasos. A medida que aumentamos la intensidad del ejercicio, se va consumiendo de forma mixta glucosa y ácidos grasos hasta llegar a ejercicios de intensidades muy altas en los que el consumo es principalmente de glucosa y no se aconseja que superen los 60 minutos. 

Es recomendable iniciar la práctica de ejercicio con actividades de baja intensidad durante 5 a 10 minutos e ir subiendo paulatinamente hasta realizar una actividad de intensidad moderada durante un máximo de 30 a 45 minutos en función de la capacidad pulmonar. 

Comenzar con un calentamiento, consistente en una actividad aeróbica de baja intensidad durante unos 10 minutos prepara nuestro corazón, pulmones y músculos para una actividad más intensa y de mayor duración. Después del calentamiento es interesante realizar estiramientos de los grupos musculares que actuarán en el ejercicio físico previsto durante unos 5 - 10 minutos. 

A partir de ahí, estaremos en condiciones de realizar la actividad física prevista, adaptada a la intensidad y duración que aconseje nuestro estado de forma. Es importante terminar con una fase de vuelta a la calma en la que ir reduciendo la intensidad del ejercicio durante otros 5 a 10 minutos, hasta alcanzar una frecuencia cardíaca similar a la que se tenía antes de empezar el ejercicio físico. 

También es aconsejable incluir ejercicios de fuerza con autocargas (el peso del propio cuerpo) y de flexibilidad, especialmente en personas que se inicien en la práctica deportiva. 

Desde los ejercicios más sencillos que no requieren un suplemento dietético para su realización como caminar, las posibilidades se amplían si elegimos ejercicios moderados que requieren un suplemento dietético para evitar hipoglucemias (una pieza de fruta por cada hora de actividad) como son montar en bicicleta, natación suave, golf, tenis de mesa, aerobic suave. Los deportes de grupo como baloncesto y  voleibol, si se realizan a intensidad baja. Y por último, ejercicios intensos como carrera, ciclismo, aerobic intenso, natación, tenis o deportes en grupo con intensidad normal como baloncesto, rugby, van a requerir de un suplemento dietético como una pieza de fruta por cada hora de actividad además de proteínas.