Ocurre cuando se da un bajo nivel de glucosa en la sangre, y en pocos minutos la persona diabética comienza a sentirse mal, incluso puede verse incapacitada para continuar con la actividad que estaba realizando. Generalmente se dice que una persona está sufriendo una hipoglucemia cuando la glucosa es menor de 60 miligramos por decilitro. Esta reducción del azúcar en la sangre se traduce en sensación de debilidad, de hambre, sudoración, malestar general, y si coincide con un momento de ejercicio o actividad física, también conlleva. 

Como diabético es muy importante que aprendas a reconocer tus propias reacciones antes de sufrir una hipoglucemia, para que cuando te encuentres con una situación de hipoglucemia, seas capaz de identificarla y tratarla correctamente.

SÍNTOMAS

• Visión doble o borrosa
• Sudores fríos
• Confusión y dolor de cabeza
• Temblores y cambios de temperatura
• Hormigueo y entumecimiento de las extremidades
• Incremento del ritmo cardiaco
• Aumento de la irritabilidad y agresividad
• Debilidad generalizada

CAUSAS

• Exceso de ejercicio físico
• Desequilibrio energético por un déficit de aporte calórico
• Ciertas formas de alcohol
• Personas con problemas con la glándulas tiroides, suprarrenal o pituitaria.
• Ciertos tipos de tumores que afectan el páncreas (insulinomas)
• Cirugías de estómago
• Enfermedades hepáticas

Para atajar este trastorno nada dulce, lo mejor es la prevención. Antes de hacer deporte conviene someterse a un reconocimiento médico y una prueba de esfuerzo para descartar otras posibles complicaciones. Además, se recomienda disminuir la dosis de insulina de acción rápida entre 10-30%, según la duración del ejercicio si éste se va a realizar en las tres horas posteriores a la inyección. Si la intensidad del ejercicio es alta las reducciones serán mayores. Además es aconsejable administrar la insulina en el abdomen, ya que si lo hace en las piernas, la absorción será más rápida al aumentar el flujo sanguíneo como consecuencia del ejercicio. Pero hay más formas de prevenir una hipoglucemia. Debes consumir dosis extra de hidratos de carbono, aproximadamente 15 gramos por cada media hora de ejercicio aeróbico. A veces, incluso deberías tomar raciones extra de hidratos de carbono también al acabar la actividad, como por ejemplo, plátanos, dátiles o zumos de frutas para prevenir una posible hipoglucemia posterior al ejercicio.

La hidratación durante el ejercicio también es importante y no debes descuidarla. Debes consumir alrededor de 250 ml cada 20 minutos o con una frecuencia que compense las pérdidas por el sudor. Y las bebidas que ingieras deben contener hidratos de carbono en solución al 6-10 %. Si eres diabético y compites, es importante que exista algún compañero con conocimientos para reconocer y manejar las hipoglucemias. Además, valora la posibilidad de llevar una chapa que te identifique como diabético.