Aprender a gestionarlas y tomar el control sobre ellas cambiará tu vida por completo. Toma decisiones positivas para ti. ¿Qué significa esto? Tranquilo, no estamos hablando de pintar de color de rosa tu rutina, sino de optar por las opciones que más beneficios te aporten tanto física como psicológicamente. Decisiones como realizar un poco de ejercicio, comer de forma saludable o lavarte los dientes son algunas de las muchas decisiones que puedes tomar a tu favor. Las decisiones positivas te ayudarán a sentirte bien y te acercarán a tus objetivos de bienestar. Otra cosa muy importante que debes aprender es a aceptar que no todo está bajo tu control y no debes perder tu tiempo en lo que escapa de tus manos.
¿Has pensado alguna vez en la forma en la que te hablas a ti mismo? Todos tenemos una especie de voz interior que juzga cada uno de nuestros pasos. Esa voz suele ser muy crítica e intransigente. Si hicieses un recuento diario de las críticas a las que te sometes tú mismo, te llevarías una sorpresa. Haz un esfuerzo por comprenderte y permitirte fallos. Trata de hablarte con compasión, con frases más positivas y estimulantes, y tu actitud empezará a cambiar positivamente.
Debes mandarte mensajes como :
Tu postura es una de las cartas de presentación más reveladoras. Una postura de confianza, con la espalda erguida, los hombros relajados y los brazos y piernas bien alineadas te ayudará a transmitir una imagen segura y positiva de ti mismo. Además a nivel orgánico, supone la disminución del cortisol, una de las hormona causante el estrés. Con el lenguaje corporal enviamos mensajes a nuestro cerebro de cómo nos sentimos y qué queremos transmitir, a lo que él, responde inmediatamente. Por todo ello es tan importante que prestes atención a lo que tu cuerpo dice de ti.
La respiración es esencial para relajarse, a través de unos sencillos ejercicios de respiraciones profundas aprenderás a concentrar tus esfuerzos en tu respiración y no en los pensamientos negativos que te generan estrés. Para controlar tu respiración puedes:
Tareas que suponen un extra de concentración como las sopas de letras, crucigrams o sudokus son una manera perfecta para ejercitar tu mente. Está demostrado que tan sólo dedicando 20 o 30 minutos al día puedes lograr grandes beneficios en tu organismo como el aumento la concentración, reducción del estrés y la ansiedad, e incluso de la sensación de dolor físico. Para tu cuerpo es igual, no necesitas hacer grandes esfuerzos deportivos para sentirte bien. Basta con que dediques 30 o 40 minutos al día para moverte. La actividad física te ayudará a desarrollar tu creatividad y a focalizar mejor la atención en aquello que más te importa.
El consumo excesivo de azúcar está directamente relacionado con multiples trastornos de salud. Además los estudios han determinado que provoca cambios de humor y un descenso en la productividad. Si a esto le sumas alimentos procesados, puedes terminar provocando que tu metabolismo se ralentice y sentirte sin energía. Una alimentación variada y equilibrada en la que no tengas deficit de ningún nutriente es la base para sentirte bien por dentro y por fuera.
Los mejores alimentos:
Nada es tan bueno y reparador para tu cuerpo como una buena rutina de descanso con sus correspondientes horas de sueño. El sueño es esencial para mantener la energía suficiente y la concentración el resto del día. También se encarga de regular tu apetito y otros muchos aspectos vitales para tu salud. La mayoría de la población sufre alteraciones del sueño asociadas a su estilo de vida actual, por lo que puede que tengas que hacer un esfuerzo extra para descansar de forma correcta.
Si es este tu caso toma nota de algunas pautas que debes seguir si quieres irte a dormir relajado: