Numerosos estudios avalan que la actividad física durante el embarazo no sólo es buena, sino altamente recomendable. Ponerse en forma ayuda a prevenir dolores de espalda en la embarazada y a controlar el peso en la gestación. Se recomienda realizar un ejercicio físico moderado ya que ayuda a fortalecer la musculatura, reduce el estrés durante el embarazo y es beneficioso para recuperar la figura después de la gestación. La natación y caminar son dos de las actividades físicas más recomendadas para mujeres embarazadas.

Durante el embarazo, el ejercicio físico contribuye a mantener el cuerpo flexible y ágil, previniendo así el malestar y la rigidez muscular. Los ejercicios de relajación y estiramiento están especialmente indicados: yoga, taichí y pilates. Otras actividades como nadar, caminar o bailar también pueden ayudar a reducir las molestias propias del embarazo.

A estos estudios se suman otros como el de la Universidad de Ontorio Occidental en Canadá que reveló en una investigación que el ejercicio físico puede mejorar el estado de ánimo y reducir la fatiga en las mujeres embarazadas. 

Las mujeres en estado de gestación "deben ser animadas a practicar ejercicio regularmente", señalaron los doctores Anca Gaston y Harry Prapavessis, autores principales del estudio y miembros de este centro universitario canadiense.

Los expertos observaron claros resultados de mejoras en el bienestar psicológico de las embarazadas, previamente inactivas, que durante cuatro semanas se ejercitaron.Pese a que los trastornos del estado de ánimo como la depresión postparto están "ampliamente reconocidos", las tasas de esta enfermedad y de otros problemas como ansiedad y fatiga "son más altas durante el embarazo que tras el mismo", indicaron los doctores. De este modo, sostienen que entre las posibles complicaciones derivadas de la depresión durante el embarazo se encuentran "el aumento de peso insuficiente y de consumo de sustancias, el nacimiento prematuro, la talla baja del menor o el descenso en la intención de dar el pecho".

Gaston y Prapavessis manifestaron que los niños de madres deprimidas o ansiosas en el embarazo "tienen mayores niveles de cortisol en el nacimiento y en la adolescencia", a lo que se une el hecho de que las habilidades cognitivas estén "deterioradas y en mayor riesgo de trastornos del desarrollo mental".

En cuanto a la fatiga, los investigadores explicaron que ésta provoca "un mayor riesgo de parto por cesárea, trastornos del sueño, y un impacto negativo en la salud física y mental". Por todo ello, insisten en la importancia del ejercicio físico durante la gestación.

La actividad física ideal para las embarazadas es la que ejercita el corazón, mantiene el cuerpo flexible, controla el aumento de peso y prepara la musculatura sin que esto represente un esfuerzo exagerado ni para la futura madre ni para el bebé, por lo que los médicos recomiendan caminar, nadar, ejercicios aeróbicos de bajo impacto, bailar, yoga y estiramiento.

El ejercicio entrena a la mujer embarazada para el parto, fortaleciendo los músculos y mejorando la resistencia. Además, hace que recupere más rápidamente la forma después del nacimiento del pequeño. 

Antes de iniciar cualquier programa de ejercicio, debes consultar al médico o matrona que sigue tu embarazo. Aunque la mayoría de las mujeres embarazadas pueden y deben hacer ejercicio durante todas las etapas del embarazo, hay situaciones concretas que desaconsejan la actividad física.

En general, se suele recomendar unos 60 minutos de ejercicio diario. Las mujeres no habituadas a hacer ejercicio deben empezar gradualmente, con 10 ó 20 minutos al día, para ir luego aumentando hasta los 60 minutos indicados (pueden sumarse tandas de 10 minutos hasta llegar a esa hora completa).

Fuentes: conmishijos.com y telesurtv.net

Fotografía: conmishijos.com