¿De qué se trata? ¿Qué debemos saber de él?

Hubo un tiempo en el que preparadores y deportistas del mundo del fitness únicamente centraban su atención en el entrenamiento y en la forma de incrementar la intensidad de los mismos para mejorar los resultados, dejando siempre en un segundo plano la recuperación.

Después de años de estudios, el descanso, se ha ganado al fin el lugar que merece dentro de las preparaciones físicas y a día de hoy nadie cuestiona la evidencia. Es fuera del gimnasio donde se produce el crecimiento de los músculos, por lo que el descanso es un pilar fundamental para las personas que desean aumentar su masa muscular.

Cuando el cuerpo más descansa es en la noche y es precisamente en ese momento cuando se llevan a cabo la mayor parte de las acciones anabólicas del organismo. Por eso mismo todo lo que contribuya a potenciar las acciones nocturnas de reparación y construcción os ayudará a poneros más grandes.

Este proceso se denomina “anabolismo nocturno” y es uno de los términos que debes tener más en cuenta a la hora de elaborar tus rutinas deportivas.

Desde los más grandes campeones, pasando por los más famosos entrenadores, han dicho hasta la saciedad que sin cuidar la recuperación es imposible desarrollarse correctamente.  A pesar de la evidencia de esta afirmación, todavía hay mucha gente que no le concede la verdadera importancia que tiene a descansar de forma adecuada y continúan centrándose únicamente en la potencia de sus entrenamientos.

Obviamente el ejercicio es imprescindible para generar en nuestro organismo una acción de sobrecarga en el músculo mediante los entrenamientos que desencadene en ellos la señal de alarma que provocará los posteriores procesos encargados de producir la hipertrofia muscular.

Cada uno de estos procesos debe llevarse a cabo completamente para permitir que el músculo se desarrolle correctamente. Si después de una sesión de entrenamiento volvemos a hacer ejercicio antes de que la recuperación haya finalizado su proceso, el crecimiento se verá frenado por un nuevo proceso de desgaste energético.

Por ello si tu objetivo es aumentar la masa muscular es preciso que alternes fases de entrenamiento con otras de descanso.  Cuidando especialmente el reposo nocturno para facilitar el conocido como “anabolismo nocturno” ya que el pico más alto de segregación de la hormona del crecimiento se encuentra pues en la fase de sueño profundo, más o menos unos 20 minutos después de haber comenzado el ciclo del sueño.