Todos debemos ser conscientes de que realizar cualquier tipo de actividad física es indispensable para mantener una buena salud. Podemos practicar nuestro deporte favorito, clase de fitness, o acudir al gimnasio. Pero no siempre se reparten esas sesiones de forma lógica y atendiendo a criterios de salud. Muchos se centran en entrenamientos aeróbicos dejando otro tipo de entrenamiento como el de fuerza y sus múltiples ventajas.

Ahora mismo está cambiando el paradigma en cuanto al entrenamiento de fuerza debido a su efecto preventivo y terapéutico en el tratamiento de las enfermedades y mejora de la salud en general.

Ser más fuerte y cuidar el músculo ayuda a estar más saludable

En la última década el músculo esquelético ha dejado de ser visto únicamente como un órgano contráctil encargado del movimiento, para ser considerado un órgano endocrino altamente activo, productor gracias al ejercicio de múltiples hormonas denominadas Miokinas. Algunas de estas Miokinas participan en procesos inflamatorios, otras contribuyen a la regulación del metabolismo, aumentando la lipólisis y mejorando la sensibilidad a la insulina y otras hormonas participan en la adaptación muscular. Como algunas de las alteraciones sobre el metabolismo muscular vienen de la producción de hormonas por parte del tejido adiposo denominadas Adipokinas, estas son consideradas antagónicas a las Miokinas en su función. Es importante comprender el papel de las Miokinas para intervenir a través del ejercicio físico de una mejor manera en el manejo de las enfermedades de mayor prevalencia en el mundo como la obesidad y la diabetes.

El trabajo de fuerza supone una activación metabólica que es imposible de obtener con otro tipo de entrenamientos.

Ser fuerte nos va a ayudar a estar más saludables, nos mantendrán más jóvenes y en el día a día nos ayudará a realizar tareas cotidianas con menor riesgo de lesión.Por ejemplo, si no tenemos una base de fuerza  una tarea tan sencilla como hacer la compra puede complicarse, ya que tendremos una capacidad muy limitada de cargar con bolsas de forma correcta y sin peligro de producir una lesión muscular en el camino hacia casa.

Además, tener una mayor masa muscular y fuerza, nos ayudará a poder trasladar objetos pesados, como por ejemplo mesas, electrodomésticos o cajas pesadas, cuidando más la técnica y realizándolo con menor dificultad, lo que nos ayudará a mantener nuestros huesos y músculos más sanos.

Disponer de una mayor cantidad de masa magra, ayudará a proteger el esqueleto ante cualquier golpe que podamos sufrir, por ejemplo, en un accidente. Además el entrenamiento de fuerza máxima mejora la densidad ósea y previene la osteoporosis en mujeres.