¿Te has preguntado alguna vez si estas en tu peso correcto?
Puede que parezca una pregunta absurda y su respuesta obvia, pero muchas personas sufren sobrepeso y no son conscientes del problema ni de la gravedad de las consecuencias que vienen asociadas a esta enfermedad.
El indicador más común para detectar si sufres un exceso de peso es el índice de masa corporal (IMC). Según este criterio de medición, si tu IMC es mayor de 25 en hombres 35 en mujeres, eres una persona con sobrepeso. Parece sencillo pero también hay otros parámetros más allá del IMC que debes tener en cuenta para descartar el sobrepeso. Es muy posible que si tienes exceso de grasa en la zona abdominal o en la cadera tengas un problema de sobrepeso aunque la báscula no parezca indicar lo mismo.
El problema no termina ahí, ya que si pasas la barrera del 25/35 entraríamos ya en la franja de la obesidad en sus diferentes niveles. Además, como hemos comentado anteriormente, el IMC no es lo único a lo que debes prestar atención. Otra prueba efectiva es medir el perímetro de tu cintura. Si la cifra obtenida es superior a la mitad de tu altura, presta atención a tu cuerpo porque te está señalando que tienes un problema. La gravedad de los problemas asociados al exceso de peso pasan inadvertidos en la sociedad actual en la que ya en 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos, según revelan los informes de la organización mundial de la salud (OMS).
Para que te hagas una idea de la gravedad del asunto, las investigaciones han demostrado que a medida que aumenta el peso hasta alcanzar los niveles de sobrepeso y obesidad, también aumenta el riesgo de sufrir las siguientes afecciones:
· Enfermedad coronaria
· Diabetes tipo 2
· Cáncer (de endometrio, de mama y de colon)
· Hipertensión (presión arterial alta)
· Dislipidemia (por ejemplo, niveles altos de colesterol total o de triglicéridos)
· Accidente cerebrovascular
· Enfermedad del hígado y de la vesícula
· Apnea del sueño y problemas respiratorios
· Artrosis (la degeneración del cartílago y el hueso subyacente de una articulación)
· Problemas ginecológicos (menstruación anómala, infertilidad)
El listado de enfermedades no es precisamente breve y la gravedad que conllevan muchas de ellas es alarmante.
Hasta aquí las malas noticias por hoy. Ahora viene la buena, y es que los problemas de exceso de peso pueden combatirse fácilmente adquiriendo unos hábitos saludables.
- ALIMENTACIÓN: En lo referente a la alimentación puedes empezar cuidando la ingesta de hidratos de carbono simples, principalmente el azúcar y sus derivados. Incluye en tus comidas más cereales de tipo integral e intenta no abusar de las salsas y fritos. Además es recomendable comer mucha más fruta y vegetales hasta que ocupen el 50% de tus platos. Así como incluir proteínas saludables (pescados, carne de ave, frutos secos y evitar abusar de la carne roja y los fiambres y quesos). Con estos sencillos cambios ya estarás dando un paso muy importante hacia la mejora de tu salud alimentaria.
- ACTIVIDAD FÍSICA: El otro gran aliado para la lucha es el ejercicio. La OMS nos recomienda hacer un mínimo de 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico de intensidad media, pero lo ideal es llegar a los 300 minutos semanales de entrenamiento aeróbico con dos sesiones más de trabajo de fuerza. Es decir, con hacer 50 minutos de entrenamiento a la semana (un día de descanso) de cierta intensidad estaremos ayudando a prevenir enfermedades futuras ligadas al exceso de grasa.
Como verás no hay remedios mágicos, pero el poder de cambiar las cosas está en tus manos. Es tu responsabilidad cuidar tu cuerpo, nadie más podrá hacerlo por ti. Nuestro equipo puede darte todas las armas y herramientas para la lucha contra el sobrepeso.