La mayoría de nosotros no somos funcionales, es decir, que debido a desequilibrios en nuestro cuerpo realizamos movimientos en acciones de la vida diaria de forma no eficaz. En muchos casos nosotros mismos creamos estás disfuncionalidades a través de rutinas que realizamos de forma inconsciente, por ejemplo, al caminar o sentarnos de forma incorrecta.
Para corregir estas disfuncionalidades, el cuerpo tiene que emplear músculos que compensen en las zonas débiles el trabajo que no son capaces de desempeñar los músculos “vagos”, produciendo una pérdida de funcionalidad y descompensaciones. Patrones de movimientos ineficaces y defectuosos, en muchas ocasiones derivan en las temidas lesiones.
Afortunadamente, también somos nosotros quienes podemos corregirlas, mediante un entrenamiento físico específico con el objetivo de mejorar la transferencia a un gesto técnico concreto, ya se trate de gestos de la vida cotidiana, ya sean gestos deportivos. Entrenar específicamente la mejora de la transferencia empieza por hacer que el cuerpo se mueva de forma consciente.
Si bien algunas de estas disfuncionalidades son sencillas de observar, no son tan sencillas de corregir, pues se trata de tomar consciencia de los movimientos corporales y visualizarlos para saber si estamos realizando estos movimientos de forma correcta. Se trata de evitar que el cuerpo se mueva como quiera o esté acostumbrado.
Desde C +150 te damos estos consejos para conocer mejor tu propio cuerpo:
Siguiendo estas 3 sencillas pautas podrás comenzar a tomar conciencia de como se comporta tu cuerpo para poder corregirlo. El cuerpo es nuestro bien más preciado y debemos cuidarlo para que se mantenga en buen estado el máximo tiempo posible. Esfuerzate un poco más en cuidarte, pronto verás que los resultados merecen la pena.