El buen tiempo te abre un abanico de posibilidades de entrenamiento que no puedes desaprovechar. Tan fácil como calzarte tus zapatillas y salir a pasear por el parque más cercano o organizar excursiones en el campo el fin de semana.
Ese mismo parque que hasta hace unas semanas estaba reservado sólo a los más valientes, dada la alta probabilidad de volver a casa como mínimo con un buen resfriado.
Ahora que el tiempo ya empieza a acompañar, el ejercicio al aire libre se postula como firme candidato a ser tu predilección en los días de verano. Y es que hacer ejercicio al aire libre puede ofrecer múltiples beneficios. Aparte de los que te otorga la propia práctica de ejercicio puedes ayudar a tu organismo con una dosis extra de vitamina D por la exposición al sol y también aumentar tu sensación de bienestar físico y mental al disfrutar de las vistas, los paisajes y el aire puro.
Todos estos, son aspectos que no puedes obtener en una sala de gimnasio. ¡ Y lo sabes!
Si hubiese que buscar un pero, ahí estaría la falta de seguimiento o de monitorización que se siente cuando no se entrena bajo el amparo de la rutina de gimnasio. Pero ¡para eso estamos nosotros, para ayudarte a planificar tu entreno y registrar todos tus movimientos!
Con nuestro método de entrenamiento no necesitas material, y en el caso de necesitarlo será algo fácil de transportar y que seguramente tengas por casa como son unas gomas o una esterilla. Esta independencia del material te va a permitir que tengas una mayor flexibilidad de entornos de entrenamiento. Un día puede ser la playa y al día siguiente la montaña.
En cuanto a los objetivos principales que podemos conseguir a través de este tipo de entrenamientos será un acondicionamiento físico general. De cara al verano nos centraremos en la quema de grasa a través de ejercicios de alta intensidad, combinada con ejercicios aeróbicos y de movilidad así completar nuestro entrenamiento. Siempre realizaremos las rutinas con un alto nivel de intensidad y poco descanso entre ejercicios con el objetivo de aumentar la quema de calorías y fomentar la aceleración del metabolismo basal.
Existen muchas formas de hacer ejercicio al aire libre; las posibilidades son prácticamente infinitas. Elige entrenamientos que te gusten y no te cuesten demasiado siempre adecuados para tu nivel de estado físico.
Estos son algunos de nuestros consejos a tener en cuenta:
• No pases por alta el calentamiento: Calienta siempre antes de comenzar. Camine aproximadamente 5 minutos. Añada ejercicios dinámicos para prevenir zonas más sensibles a las lesiones hasta que su cuerpo se sienta caliente y esté apenas comenzando a sudar.
• Si no quieres renunciar al refugio del gimnasio… Vete trotando hasta él! Hay muchas personas que sienten cierta dependencia del gimnasio, su ambiente, su entorno y que son incapaces de renunciar a ello. Para todos ellos recomendamos que disfruten del buen tiempo en el transcurso de su camino al gym. De esta manera puedes aprovechar para ir calentando previamente y a la salida poder terminar tu rutina con una caminata rápida o un ligero trote que te sirva de enfriamiento.
• Elija los objetos que usará para su ejercicio: Los bancos, los árboles y los pasamanos son perfectos para hacer ejercicio. También puedes atar bandas de resistencia alrededor de árboles o postes para hacer ejercicios de fortalecimiento.
• Piensa en tu cuerpo al completo: Al hacer ejercicio al aire libre, utiliza ejercicios con tu propio peso. Por ejemplo, puede hacer sentadillas, estocadas, fondos, abdominales y planchas. Aumente poco a poco hasta llegar a 3 series de 15 repeticiones de cada ejercicio.